Lucha de transportistas, ¿necesidad o banalidad?
- Paola M. Santiago
- May 2, 2017
- 2 min read
Nota: Esta es una serie investigativa que fue publicada en el blog del curso de periodismo investigativo de la profesora Carmen Sara Garcia (puede accesar el enlace aquí)

EDITORIAL: La desinformación y la tergiversación de los conflictos entre los gremios de transportistas turísticos han sido el mal que hace que perdure una lucha banal. A su vez, la acción poco diligente por parte del gobierno y las agencias correspondientes permiten que subsista una disputa innecesaria.
Y es que de cara a la situación crítica que enfrenta el País, el pueblo necesita escuchar atentamente los reclamos de las colectividades que brindan servicios de transportación turística. Dejando a un lado los incidentes, que abonan a los estereotipos y generalizaciones que dañan la manifestación de reclamos, tanto los transportistas como las agencias gubernamentales están obligados a cumplir con la ley de modo que provean servicios de excelencia y contribuyan a la economía de la Isla.
Desde la llegada de la empresa de transportación Uber a Puerto Rico, se han suscitado varios altercados que responden a la ira de los taxistas que trabajan en las zonas turísticas. Algunos taxistas han respondido de manera violenta, dejando cristales rotos y personas heridas a su paso, pero estos actos no solo han tenido un costo material, también han lacerado drásticamente la imagen de la Isla Estrella a los ojos de los extranjeros.
El Gobierno, a través de la Compañía de Turismo (CTPR), la Oficina de Servicios y Transportación Turística, y el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), ha intentado lidiar y contrarrestar las controversias, pero más bien ha conseguido el disgusto y repudio de los sectores.
Ante este cuadro, las agencias de Gobierno necesitan establecer diálogos y convenios que beneficien al País. Es imperativo que haya un espacio donde se oriente e instruya tanto a taxistas como a choferes de Uber. Además cabe señalar que se deben rechazar las posturas radicales y tampoco se necesita victimizar a un grupo u otro.
Son miles los turistas que vienen en busca de nuevas experiencias y también son miles los puertorriqueños que necesitan moverse de un lado a otro. ¿Por qué opacar la belleza del País con una mala impresión? ¿Por qué atraer incidentes y destruir el ánimo colectivo? ¿Por qué perjudicar el orgullo de ser puertorriqueño?
A los taxistas, choferes de Uber y choferes del transporte público es momento de mover al País, de dejar a un lado las discusiones banales y participar de las luchas trascendentales que se avecinan. Aunque se reconoce que los cambios no se logran de un día para otro, hay que recalcar que ante una cámara y todo un pueblo a la expectativa se alcanzan grandes logros.
Comments